Historia d.ESPI

  Los comienzos son siempre duros y cuando hay una mudanza de por medio, más. Y esto es lo que muchas veces ocurre, tendemos a buscar algo mejor cuando nos enfrentamos tiempos difíciles. Eso fue lo que ocurrió allá por 1928, cuando Don Desiderio Espí Semper decidió emprender un viaje sin retorno hacia un lugar donde hubiera más oportunidades. Cuando el esfuerzo es constante, las oportunidades llegan… y llegaron a este viajero, que construía cualquier cosa que la gente de alrededor pudiera necesitar. Pero como en todo, las cosas con el tiempo cambian y con ello hubo una especialización lógica ya que el sector vinícola abundaba en la región. La segunda generación siguió con el compromiso de seguir innovando en este sector tan complejo que, una generación más tarde, tuvo que dejar de lado para buscar nuevos horizontes en los que desenvolverse. Fue duro ya que no siempre la vida viene de cara y nos pone dificultades que hay que superar. Esta generación no tuvo mudanza, pero si que tuvo grandes cambios como es una nueva especialización dejando un poco de lado al sector vinícola y entrando por la puerta de atrás al sector oleícola. Este viaje lo emprendió Don Desiderio Espí Martínez, que con todo su esfuerzo, puso a d.ESPI en lo que es hoy en día y creó las bases de lo que será d.ESPI en el futuro. Gracias a estas generaciones anteriores por enseñarnos el valor del esfuerzo para superar adversidades trabajando, esforzándose, teniendo humildad y dedicación que es lo que nos definió desde aquella mudanza hasta la bomba de pistón.